Ojo seco
- blogvistayoido
- 21 feb 2023
- 3 Min. de lectura
Existen numerosas afecciones relacionadas con los ojos, algunas de ellas muy comunes, como el ojo seco. Una afección que afecta enormemente a nuestra calidad de vida. Aprende aquí sus características para tratarlo cuanto antes o prevenirlo.

En España, la enfermedad de ojo seco (EOS) afecta a más de 5 millones de personas mayores de 40 años.
Se origina por una insuficiente lubricación y humectación en la superficie ocular, es decir, cuando los ojos no producen lágrimas suficientes o de adecuada calidad.
¿Por qué es importante la lágrima?
Actúa como capa protectora, mantiene la humedad y aporta distintos nutrientes fundamentales.
La EOS interfiere en las actividades diarias de quien la padece, teniendo un importante impacto negativo en su calidad de vida y visión dependiendo de su severidad.
¿Cuáles son los síntomas del ojo seco?
Los principales síntomas que nos indican un posible caso de ojo seco, además de sequedad ocular, son:
Picor y escozor.
Sensibilidad a la luz.
Sensación de “arenilla”.
Enrojecimiento.
Mala visión o fatiga ocular en tareas cotidianas: Leer, conducir, ver tv.
Intolerancia a las lentes de contacto.
Mucosidad con textura fibrosa en ojos y alrededor de ellos.
Ojos llorosos, como respuesta a la irritación.
Sensación de cuerpo extraño en los ojos.
Es importante que al presentar estos síntomas, vayas inmediatamente a tu profesional de la visión para revisar tu caso.
Cuanto más tardes, mayor será el problema y el tratamiento a seguir será más complejo, al igual que la recuperación.
¿Puedo prevenir el ojo seco?
Teniendo en cuenta que un alto porcentaje de personas presenta un ojo seco sin ningún síntoma, aún cobra más importancia la prevención.
Podemos aplicar sencillos cambios en nuestro estilo de vida y en elementos que nos rodean diariamente, como:
Usar gafas de sol de buena calidad que ayuden a bloquear el viento y aire seco.
Incorporar a la dieta omega-3 presentes en el pescado azul.
También se debe moderar el consumo de grasas de origen animal y favorecer las de vegetales y frutos secos, como las nueces.
Hidratación, beber 2 litros de agua diarios. Evitar refrescos y zumos azucarados. El café es bueno pero se debe compensar la deshidratación que provoca.
Evitar el tabaco y el alcohol.
Disminuir el tiempo frente a pantallas.
Tomar descansos. Cerrar los ojos unos minutos o parpadear rápida y constantemente unos segundos, genera la reposición de una lágrima uniforme por la superficie ocular.
Limpiar habitualmente los párpados, en especial, si se usa maquillaje. Tienes un artículo sobre Higiene palpebral muy útil, consúltalo.
Uso de lágrima artificial, bajo asesoramiento profesional.
Aumentar la humedad ambiente y la exposición a humo o corrientes directas de aire, especialmente de aires acondicionados.
En una disfunción de las glándulas de Meibomio, usar fomentos tibios para aliviar la sequedad.
Realizar revisiones para garantizar el correcto funcionamiento de nuestro sistema visual.
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