Higiene palpebral
- blogvistayoido
- 9 abr 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 28 abr
Una higiene diaria de nuestros párpados es fundamental en ciertas patologías como la blefaritis o muchos tipos de ojo seco. Aprende a realizarla correctamente y notarás un gran cambio.

La piel de los párpados es la más fina del cuerpo (0,04 mm de grosor) y existen numerosos factores que pueden debilitarla. Lo primero que debemos entender es lo importante que es usar productos sin conservantes y de total confianza, debido a su delicadeza.
Tras el primer paso que consiste en aplicar calor seco pasaremos a la higiene palpebral en sí, limpieza que deberíamos realizar como rutina diaria, especialmente si tendemos a sufrir problemas en esta zona.
La higiene palpebral consta de cuatro pasos a realizar mañana y noche:
Paso 0. Lavar bien nuestras manos,
Algo que va a ser siempre el primer paso que daremos antes de acercarnos a nuestros ojos

Como se ha dicho siempre, los ojos se tocan con los codos.

Aplicar calor
Con una gasa o paño limpio caliente sobre ambos ojos cerrados durante 5´.
Recalienta si se enfrían.
Si usas antifaces eléctricos, de gel para microondas u otro método reutilizable es importante mantenerlos muy limpios.
Usa una gasa distinta para cada ojo y luego deséchala.
Masaje
Ahora que la zona está caliente, presiona en forma de rodillo suavemente hacia adentro, por encima de las pestañas del párpado superior y por debajo de las pestañas del párpado inferior.
El fin es expulsar las secreciones de grasa de las glándulas tras aplicar calor.
Limpieza

Frotar la toallita o fomento suavemente sobre párpado y pestañas con movimientos circulares y el ojo cerrado.
Utilizar una toallita distinta para cada ojo.
Puedes usar también un bastoncillo húmedo.

Borde párpado
Estira del párpado y pasa suavemente sobre el borde, varias veces, la toallita, fomento enrollado o bastoncillo teniendo especial cuidado en no rozar el ojo.
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